He visto el río más limpio del mundo. Yo tenía el pelo largo y gafas, el tobillo descuajaringado, autoestop hasta las corrientes, agua helada, tan helada que corta la circulación, yo no soy yo si no estoy colocado, dame de eso que me quemo, pero pincho el pie en la tierra y me siento un basilisco preparado para el ataque. Cómete un filete de ternera de camino a Tolmin, en la quinta puñeta de Eslovenia. A mí no me pagues nada. Y llegas a un río esmeralda como las babas de una montaña de menta y empiezas a pensar que la juventud es pasajera, que un día metías los pies en ríos de salmones únicos. Empiezas a pensar dónde está el mundo paralelo en el que ocurrían cosas así. Empiezas a volver la espalda a unas raíces inmarcesibles. Empiezas a escuchar uno a uno todos los ríos de Europa.
Rito: de esa agua no beberé. Esas abluciones no las haré.
RITO DE INICIACIÓN 